El color típico de una amatista ostenta el color de la realeza, un rico violeta-púrpura. Se presenta en todas las tonalidades de púrpura, lila y malva. Es una variedad de cuarzo, la más apreciada. La abundancia natural y la infinita variedad del cuarzo lo han convertido en el más utilizado de todos los minerales preciosos.
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La amatista es la piedra preciosa púrpura más popular del mundo. Es la variedad de color púrpura del cuarzo y se ha utilizado en el adorno personal durante más de 2000 años. Es la piedra de nacimiento de febrero y una importante gema del New Age.
La amatista es una variedad macrocristalina del cuarzo con la fórmula química SiO2 (dióxido de silicio). Suele ser de color púrpura, lila o malva, pero la forma más pura es incolora. Los expertos atribuyen el color púrpura de la amatista a pequeñas cantidades de impurezas de hierro (Fe4+) (aproximadamente 40 partes por millón) en lugares específicos de la estructura cristalina del cuarzo.
La dureza de la amatista es de 7 en la escala Mohs, lo cual la convierte en una gema bastante resistente a los arañazos. Su peso específico es 2,65. Su lustre es vítreo y su transparencia oscila entre lo translúcido y la transparencia completa.
En la naturaleza, las amatistas aparecen alargadas y en forma de prisma con una pirámide de seis lados en cada extremo o como costras cristalinas con sólo las terminaciones puntiagudas (drusas). La amatista es apreciada por sus tonalidades imperiales y la variedad de cortes que le confieren un aspecto deslumbrante.
La amatista, una variedad púrpura del cuarzo, es una piedra semipreciosa pero muy popular. Si no fuera por su abundancia en la naturaleza, la amatista sería muy cara. Su color real la hace deseable y puede compararse con el más caro de los cristales morados. Así que si quiere una gema que sea fácil para su bolsillo y a la vez glamurosa, la amatista es la elección perfecta.
Las amatistas de Veracruz, en el este de México, tienden a ser muy pálidas, mientras que los especímenes de Guerrero, en el suroeste y centro de México, tienden a ser de colores muy brillantes.
Las amatistas se clasifican, y los ejemplares de mejor calidad y más oscuros se denominan "siberianas", independientemente de su procedencia. Las piedras de calidad media son "uruguayas" y los ejemplares de menor calidad son "bahainas". Las piedras pálidas se llaman "Rosa de Francia".
Las amatistas se encuentran sobre todo en el oeste de la India, el sur de Brasil, Uruguay, Madagascar, Estados Unidos, Rusia, Australia, Sudáfrica, el suroeste de Sri Lanka, Sudamérica y África.
La amatista se suele tallar en forma de piedras facetadas, pero también se suele cortar en gemas lisas y redondeadas en forma de cabujón. Como puede haber tanta variación de color en una misma piedra, la amatista se suele cortar en forma redonda, lo que permite aprovechar su coloración.
El color de una amatista es muy inestable y puede disminuir con una exposición prolongada a la luz solar. Las piedras pálidas pueden engarzarse en un entorno cerrado con un soporte de lámina para realzar el color. El color púrpura de la piedra procede en realidad de las impurezas de hierro que contiene. Los colores púrpuras intensos son los más valiosos.
Los orfebres engastadores pueden utilizar las amatistas para cualquier tipo de engaste de joyas, incluidos los anillos, así como para tallas, cuentas y otros objetos decorativos. Las amatistas pueden servir como hermosas piezas centrales, así como piedras de acento o laterales en la joyería.
La amatista es una piedra preciosa duradera, pero se necesita cierto cuidado para mantener su pulido y color natural. La amatista tiene una dureza Mohs de 7, lo que generalmente se considera lo suficientemente duro para casi cualquier uso en joyería.
La amatista puede limpiarse con seguridad con agua tibia y jabón. Los limpiadores ultrasónicos suelen ser seguros, excepto en los raros casos en los que una piedra está teñida o tratada por relleno de fractura. No se recomienda la limpieza con vapor, y la amatista no debe someterse al calor.
Se recomienda alejarla de otras gemas para evitar arañazos. Los roces accidentales con objetos duros o la abrasión con otras gemas de igual o mayor dureza en un joyero pueden causar daños. La amatista también es un material frágil que puede resquebrajarse o rayarse por un impacto. Es mejor no llevar joyas de amatista durante una actividad o en un lugar donde esto pueda ocurrir.
El almacenamiento a largo plazo de la amatista y de las joyas de amatista es mejor hacerlo en un joyero o en otro lugar oscuro. El color de algunas amatistas puede desvanecerse debido a la exposición prolongada a la luz solar directa o a las luces brillantes de los expositores.