Piedra del Zodiaco Peridoto

El glorioso peridoto amarillo verdoso ha sido infravalorado durante años, pasado por alto como una gema menor, pequeña, fácil de obtener y relativamente barata. Su popularidad ha caído en desuso durante siglos. Sin embargo, un nuevo resurgimiento está sacando a la luz lo que los amantes del peridoto siempre han sabido: se trata de una piedra verdaderamente extraordinaria.

El peridoto, en su forma cristalina de tonos oliva, es una de las pocas gemas que se forma en un solo color. Bellamente facetado, evoca el final del verano y el comienzo del otoño, cuando las hojas pasan del verde al dorado y cuelgan como joyas a la luz del sol.

Es un cristal de calidez y bienestar, mentalmente estimulante y físicamente regenerador. Lleva el don del resplandor interior, agudizando la mente y abriéndola a nuevos niveles de conciencia y crecimiento, ayudando a reconocer y realizar el propio destino y propósito espiritual.

Asociado con el sol, el peridoto ha sido apreciado desde las primeras civilizaciones por sus poderes protectores para alejar las fuerzas de la oscuridad. Engarzado en oro y llevado al cuello o atado al brazo izquierdo, se utilizaba como amuleto contra la brujería y la magia, los malos espíritus, los terrores nocturnos y la locura. Alejaba la cobardía y calmaba la ira, además de alegrar el ingenio.

El peridoto sigue siendo célebre por esas virtudes, protegiendo el aura, purificando los cuerpos físico y sutil, y aliviando las cargas emocionales, la culpa y las obsesiones. Es especialmente beneficioso para superar el miedo, la depresión y otras perturbaciones psicológicas, así como para liberar los celos, el resentimiento y el rencor con el fin de seguir adelante.

El peridoto fomenta la responsabilidad y el perdón, infundiendo confianza en las propias capacidades y restableciendo el sentido de la autoestima. Poderoso generador de la frecuencia de aumento, este precioso talismán puede utilizarse para manifestar la abundancia en todos los ámbitos de la vida: riqueza, salud, felicidad y amor.

Conocido como el "verdadero topacio" en el mundo antiguo, el peridoto amarillo verdoso se llamó primero topacio, en honor a la oscura e inhóspita isla de Topazios, en el Mar Rojo, donde se descubrió.

Estas gemas únicas de olivino (no el mineral con flúor al que hoy nos referimos como topacio) se extraían explícitamente para los reyes egipcios, que mantenían la región tan vigilada que cualquiera que intentara acercarse sin permiso era amenazado de muerte. Los egipcios mantuvieron el monopolio de la misteriosa isla durante más de 3.500 años, y luego fue abandonada durante siglos, para ser redescubierta hacia 1905. Fue rebautizada con el nombre de Isla de San Juan y, finalmente, con el de Zabargad, término árabe que significa olivino o peridoto.

El peridoto, en sus tonalidades más amarillas o doradas, también se denominaba crisolita en tiempos bíblicos, término griego que significa kreusos (oro) y lithos (piedra). El término actual "Peridoto" deriva de la palabra árabe faridat, que significa "gema". Aunque actualmente se extrae en muchas partes del mundo, sigue siendo la Gema Nacional de Egipto.

El peridoto ayuda a equilibrar el sistema endocrino, especialmente las glándulas suprarrenales, que gobiernan la salud del cuerpo físico, y actúa como tónico para animar todo el sistema haciéndolo más sano, fuerte y radiante. Esta piedra favorece el sistema digestivo y la correcta asimilación de los nutrientes de los alimentos, el agua y la luz.

Es un cristal extraordinario para sanar el cuerpo emocional y resolver los asuntos del corazón. Limpia y cura los sentimientos heridos y los "egos magullados", disminuyendo la ira, los celos, el resentimiento y el rencor, a la vez que enseña a comprender que aferrarse a las personas, o al pasado, es contraproducente para el propio crecimiento. Le enseña a uno a examinar el pasado en busca del regalo de las experiencias, a admitir los errores y a dejar de lado la culpa y la culpabilidad, perdonándose a sí mismo, o a los demás, para poder avanzar.

El peridoto estimula la claridad psicológica e inspira una sensación de felicidad y satisfacción en la vida. Le permite a uno separar la mente de las influencias externas y tener confianza en sus propias capacidades, mirando hacia el interior en busca de orientación y accediendo a la sabiduría de la mente superior. Inicia la independencia y la afirmación sin agresividad, aceptando el mundo tal y como es, para luego transformarlo con una clara intención de crear la realidad que uno desea tener.

Cuando el Chakra del Corazón está desequilibrado, podemos sentirnos controlados en una relación y criticar las pequeñas debilidades de los demás. La energía del cristal verde se utiliza para resolver los bloqueos y reequilibrar el Chakra del Corazón, ayudándonos a comprender claramente nuestras propias necesidades y emociones. La energía amarilla del peridoto activa el Chakra del Plexo Solar, el centro de distribución de la energía y el chakra de las relaciones. Este chakra está situado entre la caja torácica y el ombligo, y controla los sistemas inmunológico y digestivo.

El peridoto es un cristal de poder positivo, un talismán para reconocer y honrar la frecuencia de Amor del Creador, la fuente de toda abundancia. Permite conectar con los reinos superiores de la conciencia para acallar los miedos espirituales, como la culpa, el arrepentimiento o los sentimientos de deuda kármica. Le permite a uno asumir la responsabilidad y enmendar sus errores para avanzar en su camino evolutivo.

Se dice de ella que es también una piedra élfica, que lleva la frecuencia de los seres terrestres interdimensionales que comparten nuestro planeta. Se puede utilizar para conectar con los reinos de las hadas y de los dioses, y para comunicarse con los espíritus de la naturaleza de todo tipo, incluidos los reinos vegetal y animal. Es una piedra excelente para los sanadores de animales y de la Tierra.

El peridoto se ha utilizado como amuleto de protección desde el principio de la civilización humana, para disipar la brujería y la magia, los terrores de la noche, los espíritus malignos, la melancolía y la locura, así como para agudizar la mente. Llevada al cuello o atada al brazo izquierdo, debe estar siempre engastada en oro para alcanzar sus mayores poderes.

El peridoto es un cristal fortalecedor disipador. Los entramados de cristales disipadores actúan como un radiador con puntas afiladas desde el que la energía puede fluir fácilmente hacia el exterior, llevando consigo los elementos indeseables de nuestra vida. Son talismanes útiles para aliviar las preocupaciones cotidianas de nuestros problemas físicos, mentales y espirituales. Los disipadores también son conocidos como restauradores. Vuelven a poner las cosas en su sitio cuando están desequilibradas.

Los fortalecedores son cristales formados químicamente en la clase de los silicatos insulares. Esta clase de minerales forma materiales muy compactos que son fuertes, resistentes e inflexibles. Los cristales fortalecedores proporcionan la energía necesaria para resistir las tentaciones y resistir las distracciones de tus objetivos.